Fue su cumpleaños, aquél en el que sintió que su "adolescente interno" había muerto. Mientras, yo sacaba las cuentas de nuestra ahora larga amistad. En unos meses quizá regresa a Japón, aunque tampoco sea de allá, porque hay no sólo quienes nacen en lugar equivocado del mundo, sino quienes en realidad no pertenecemos a ningún lugar.
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