martes, 22 de abril de 2008

Por los detalles del mejor personaje de mis novelas no escritas

A veces alguien que no conocemos nos describe tan minuciosamente que nos sentimos desnudos y casi violados al leerlo. Escritor y personaje no se conocen. Quizá nunca se encuentren fuera de este sitio, tal vez ni aquí.

Nueva York ahora

El silencio y la ausencia también forman parte de mis palabras,
tú me escuchas a través del murmullo de mis ojos y mis manos
a través del tiempo y las despedidas,
quizá no me veas llegar esta tarde hoy a verte
espero que algún día puedas comprenderme,
que yo he buscado otra realidad que encienda los símbolos de mi vida.

Entiendo que hay preguntas muy difíciles para poder ser respondidas
que no alcanzan a decirse de un lado al otro de la mesa del café,
que comprometen nuestras vidas y confrontan nuestros sentimientos
esta manera de estar ahora no es lo que soñábamos.

Que el tiempo no es nada si perdura el amor,
que puedes regresar conmigo, que las creencias no importan
al igual que las heridas si nos amamos,
que puedes hacerlo todo por mí y darme tu vida como en el pasado.

Ella se fue a vivir a Barcelona, él nunca la olvidó
ella dice que nunca ha encontrado a nadie como él en su vida,
él nunca volvió con ella,
ella ahora está casada y tiene una hija
vive en un departamento de lujo con terraza
y tiene un auto convertible,
no le hace falta nada,
él no sabe lo que es el amor ahora.

Con voz agitada me dice por teléfono
que está de visita en Nueva York y espera poder verme,
que me ha traído libros de Madrid,
que nos veamos en el café de siempre en Central Park,
que si aún vivo solo, que si tengo novia,
que le gustaría visitar mi departamento.
Que no llegue tarde y que me ponga la última camisa que me regaló,
que la fidelidad de sus sentimientos es más fuerte que
su matrimonio,
que las mujeres no se casan con el hombre que más han amado en la vida.
A cada palabra que escribo
le acompaña el teléfono que no ha dejado de sonar,
es más tarde de lo que pensé,
espero que desistas pronto y te vayas al hotel a descansar,
que tengas un buen viaje de regreso,
que la vida te trate dignamente,
mientras yo termino de escribirte este poema
tal vez con el tiempo y la suerte puedas leerlo en algún libro.

Ricardo Isaac, Serenatas
En: Hasta agotar la existencia III. Antología poética,
Editorial Resistencia, 2007, p. 195-195.



Va por él, por su nombre de trovador o escritor, aunque lo conozcamos mejor como Campos. Va por él porque me he dado cuenta de cómo nos es indispensable su fuerza, necesaria su firme visión política, por más que a menudo yo vea de otra forma, por más que a veces se equivoque. Porque en muchos sentidos es el padre de varios de nosotros, del todos que somos, porque juntos y bajo el cobijo de su tesón nos hicimos humanos, nacimos hermanos.
Va por el amigo que da consejos excelentes porque para saber tanto de la vida quizá hay que haberse equivocado mucho. Para él que nos demuestra cada día cómo sobreponernos al miedo que paraliza viviendo a golpes de voluntad.
Va para el amante de los bailes y las cascaritas. Para que el que es mucho mejor personaje que cualquiera de los que retrate en sus poemas, no porque sean exiguas sus dotes de escritor, sino porque es casi imposible que un puñado de palabras (suyo o de quien sea) esté a la altura apasionada de la entrega con que vive.
Va también por quien lo ama con amor inconmensurable y afortunado (y me lo confiesa de noche al oído). Hasta agotar la existencia.

Atenco no se olvida... Motivos contra la violencia de Estado

De un correo escrito para mi familia y amigos en abril de 2008.
Sean realistas, pidan lo imposible
--Consigna del mayo francés

...quieren embalsamarnos la rabia y la indignación,
neutralizarlas otro siglo,
acallar el río subterráneo de nuestra memoria.
--A. Isabel A.

¿Dónde está San Salvador Atenco? Es un pueblo de ejidatarios en el Estado de México, relativamente cercano a la salida hacia Puebla.

Es el pueblo donde el gobierno foxista decidió construir un aeropuerto "alternativo" pese a las notificaciones de múltiples universidades y organismos ecológicos sobre el desastre natural que ello implicaría. Y si se lo preguntan, sí, es el pueblo que se negó a vender sus tierras a peso y dos pesos metro cuadrado, y defendió su negativa empuñando machetes frente a las cámaras de televisión. Y si solo así lograron defender su propiedad y su forma de vida fue culpa de todos: de los gobernantes irresponsables que decidieron eso contra toda lógica, y de la sociedad indiferente que sólo respondió al relumbre de la hoja de acero y no a los comunicados de prensa y recomendaciones de universidades.

Atenco es también el pueblo donde el 3 y 4 de mayo de 2006 las policías federal y la del Estado de México cometieron actos brutales de represión contra población civil. Todo empezó por un conflicto entre comerciantes de flores, y terminó con muertos, heridos y mujeres violadas.

Es ese acto hirieron a un chico de la facultad de Economía que tenía veintipocos años: Alexis Benhumea. Alexis no murió en Atenco, sino en un hospital, debido a una herida en la cabeza por donde su masa encefálica quedó expuesta.

Se llamaba Alexis, pero pudo ser cualquiera de mis amigos o compañeros que estuvieron en Atenco ese día. Pude ser yo misma. (Para una mirada sobre Alexis, chequen esto).

Recuerdo la graduación de C., mi mejor amiga. Recuerdo que fui con un amigo muy querido, primo de una amiga que es, a su vez, como mi prima. Y recuerdo que terminamos en discusión acalorada por los hechos de Atenco. Él opinaba que el pueblo se había buscado la represión ya que ellos también tenían armas (petardos). Que la policía no iba a soportar de brazos cruzados una agresión. Yo opinaba que el gobierno JAMÁS debe ejercer violencia armada contra la población civil, que existen cientos de métodos más modernos y probados para dispersar multitudes, y que quien tiene el poder debe tener la prudencia de no responder desmedidamente al ataque.

Hoy sigo pensando lo mismo. Lo pienso todos los días. Tuve maestros que perdieron novios y compañeros en la matanza de Tlatelolco en 68. El esposo de una maestra de universidad perdió una pierna durante las torturas de la guerra sucia en los años 80. He tenido compañeros universitarios y de trabajo ex guerrilleros de sesenta y setenta años. He hablado con madres y hermanos de desaparecidos políticos. He estado en lugares marcados por la guerra de baja intensidad contra la población de Chiapas. Todo esto me hace pensarlo: Nada justifica la violencia armada del estado contra los civiles. Nada. Lo creo con la cabeza, pero también con el corazón, con mis ojos que han visto hasta llenarse de lágrimas, con el escalofrío que me ha recorrido la columna.

Los invito a un acto el 30 de abril para exigir castigo a los responsables de las violaciones a derechos humanos ocurridas en Atenco. Quizá muchos no irán, quizá ni yo misma vaya. Pero por favor, piensen en lo que les digo. No me crean, fórmense su propia opinión. Si quieren difúndanlo. Informarnos es nuestra libertad.

Mil besos, no desde el rincón de lo prohibido, sino desde el rincón de lo im-Posible.
Adriana.

P.D. A los otros, mis queridos compañeros: sé que no necesitamos que Amnistía lo diga. Que Atenco, con sus globos y sus vallas humanas, sus jolgorios y sus heridos, es nuestro.

viernes, 11 de abril de 2008

Tu mirada en el silencio

Tu mirada en el silencio, Adriana del Moral


Van dos imágenes imposibles de la ciudad monstruo. Dos vistas que no son lo que parecen, como casi todo sobre este asfalto.

Mientras, las adelitas llenan las calles y los titulares de los diarios nos des-informan sobre la nueva crisis del petróleo.
Quizá nos vemos en 2010. Quizá no hemos dejado de vernos.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal aplicó un operativo de vigilancia en instalaciones consideradas estratégicas y de interés político, que involucra a más de 3 mil agentes federales, con el propósito de evitar acciones que afecten a la sociedad mexicana. Entre los puntos considerados estratégicos están el aeropuerto capitalino, las subestaciones eléctricas y otras dependencias federales.


Nos vemos en 2010, Adriana del Moral



El operativo incluye la Cámara de Diputados, el Senado, la residencia oficial de Los Pinos, la Secretaría de Gobernación y el Palacio Nacional. La PFP incrementó el número de agentes que resguardan la Cámara de Senadores. Más de 600 policías –entre federales y locales– se desplegaron sobre el Eje Central y Tacuba, Tacuba y Allende, Belisario Domínguez y Allende, Manuel Tolsá y Donceles. El operativo de vigilancia se puso en alerta con la llegada de 5 mil integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP) y seguidores de Andrés Manuel López Obrador –según cálculo de autoridades capitalinas–, que se pusieron en plantón en demanda de que no se apruebe la llamada iniciativa energética que envió al Senado el presidente Felipe Calderón. (Extractos de nota de La Jornada)