miércoles, 26 de noviembre de 2008

Loret pregunta, Fuentes responde. Para reírse (y llorar), con eso de que uno quiere ser escritor y termina siendo profeta (Fuentes dixit)

Pregunta Loret: ¿Nunca será López Obrador presidente?
Responde Fuentes: No, porque ya es presidente, ¿cómo va a ser? Si es presidente electo no puede reelegirse, bueno, él dice que es presidente legítimo electo y en consecuencia no puede reelegirse. Que le deje el campo a Juan Ramón de la Fuente y a Marcelo Ebrard, a ver cómo cae.
Loret: ¿Y el PRI volverá a los Pinos?
Sentencia Fuentes (apelando a sus dotes de vidente): Yo creo que sí, cre que sí. Todo indica que el PRI va a volver. Lo bueno de la democracia es que ha demostrado que la corrupción no era monopolio del PRI, sino que el PAN, el PRD también tienen sus trapitos sucios. Eso es bueno para la democracia, saber que ningún partido es perfecto y que todos los partidos pueden competir en un plano de igualdad.

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Actualización con comentarios:

Martuchis dijo...
(...) Sobre AMLO es muy interesante ver como siendo un hombre que evidentemente no sólo no sabe "no perder", a pesar de sus ideas y actitudes equivocadas, aún tiene mucha gente que lo sigue y peor aún ¡Cree en él!Yo muchas veces me pregunto. Si este hombre no contara con el apoyo económico de la gente que lo apoya: ¿Le darían trabajo en alguna otra parte? ¿De qué vivirá actualmente? ¿Qué cosas hará diariamente?(aparte de seguir lamentándose por haber perdido la silla presidencial y estar ideando cosas para alcanzarla).Yo no sé nada de política, pero eso es lo que me gustaría averiguar.


Mi respuesta: primero, yo no apoyo a López Obrador. No voté por él (anulé mi voto) aunque lo hubiera preferido a él como presidente antes que a Calderón. ¿Mis razones? Obrador tiene una agenda que se aleja menos de lo que yo creo son los grandes temas en los que no podemos ceder como nación: más dinero a salud y educación, mayor contraloría y cero privatización al sistema de pensiones y NO privatización de recursos naturales. Creo que hay buenas razones (he hablado con funcionarios de casilla y expertos en estadística) para decir que la elección de 2006 huele a fraude. Sin embargo, me parece que al perder la presidencia, Obrador perdió también la cordura. Aún y todo, como Obrador representa intereses legítimos (relacionados con lo que mencioné arriba), hay y habrá gente que lo sigue. Y en lo personal, yo lo oí hablar en el mitin contra el desafuero. Y tiene carisma, me conmovió mucho. Claro que de muchos dictadores han dicho lo mismo.

martes, 25 de noviembre de 2008

Migraciones que se revierten. Irse aunque extrañemos, o hundirse con el barco-ciudad

Chilango originalmente era quien llegaba de otro estado de la república a vivir en la ciudad de México. Sin embargo, un día fueron tantos los inmigrantes que se terminó por llamarse así a quienes habitamos la ciudad monstruo.
Según cifras del INEGI, esta tendencia se está revirtiendo lentamente. Aunque los inmigrantes siguen llegando, también muchos huyen de los embotellamientos, la contaminación, el ruido y el hacinamiento de la ciudad más grande del mundo.
Conozco a varios que ya están en diáspora. Pero apenas este año dos personas muy queridas se sumaron al éxodo: una amiga antropóloga a la península de Yucatán y un amigo mecánico se va el sábado a Coahuila.
Migrar es dejar atrás un mundo para entrar en otro. Aunque lleva mucha más esperanza y mejores condiciones que un exilio, también es doloroso. Y sin embargo, hay días que creo que es la única alternativa ante esta ciudad que se hunde y amenaza con morir sin terminar de hacerlo.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Por el mundo que, dice Buenaventura Durruti, llevamos dentro y crece a cada instante

Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran.
Proverbio Kongo (sic)


Muy apropiado ante cartas cruzadas, encuentros inesperados, desencuentros que vienen a ser --también-- lo mejor que podía pasar. Porque reencontrarse es un placer, sólo que para tenerlo antes hay que separarse. O dicho de otra forma, no te extraño porque siempre estás conmigo, nunca dejan de estar con nosotros quienes amamos.

P.D. El amor (todo aquél que sea verdadero) es progresivo e irreversible. Y no todos los amores son como nos platicaron que es el amor.

martes, 18 de noviembre de 2008

Por Stendhal, Kerenyi y Juan Manuel... Si nací en noviembre entonces soy...

La parte racional de mí no cree en el horóscopo. Sin embargo, dice Stendhal en uno de sus libros (Rojo y negro, creo) que nuestro hacer está escrito en las estrellas y sólo los ignorantes no saben leerlo.
 
El texto es de una cadena de horóscopos que me mandó un amigo. Consigno acá una parte porque Juan Manuel (mejor conocido como parte de la estirpe de los Barba) es uno de los hombres entrañablemente importantes de mi vida y me ha enseñado mucho con su valor, su fe y su sentido del humor.
 
Creo que el horóscopo me atinó en varios puntos. En efecto, sé lo que es el lado oscuro (pero también el lado bueno) de la fuerza. jajaja.
 
Si un escorpio logra utilizar su enorme energía de forma constructiva, es un gran activo para la sociedad y se puede convertir en un gran líder. No obstante, los escorpio deben aprender a controlarse, porque pueden llegar a ser demasiado críticos y resentidos con los demás. Son excelentes amigos de los que consideran merecen su respeto.
Los escorpio son muy imaginativos e intuitivos y tienen una gran capacidad para analizar situaciones y personas. De todos los signos del zodiaco son los que más probabilidad tienen para convertirse en genios siempre y cuando controlan su lado negativo porque si toman el camino equivocado pueden ser muy destructivos hacia ellos mismos y hacia otras personas. Deben intentar evitar sensaciones como la arrogancia, la agresión y los celos, porque se se rinden ante tales sentimientos negativos, tal es su fuerza para sentir intensamente que pueden perder el control. El escorpio es el símbolo del sexo, y los escorpio son personas muy apasionados y sensuales. Para los escorpio, el acto del amor es un acto espiritual y son capaces de sentir cosas que otros signos nunca logran. Su intensidad de sentimientos hace que sus relaciones amorosas son profundas, mágicas y, a veces, trágicas. Cuidan mucho a sus amigos, aunque si alguien les traiciona es difícil recuperar su amistad y confianza.
 
Y sobre la traición... no soy paranoica, más bien rayo en lo confiada-hasta-la-estupidez y cuesta mucho, mucho que me sienta traicionada. Pero cuando tal sospecha se adueña de mí... es como un maremoto y arrasa con todo. No pregunten, no hay sobrevivientes que lo cuenten.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Estudiar filosofía para ser feliz

Para mis compañeros de la facu, especialmente mis niñas.
 
En toda carrera hay pláticas iniciáticas. Por ejemplo, para los médicos, las pláticas previas al anfiteatro o post bajísimas calificaciones en un examen. Para los comunicólogos o periodistas, la charla sobre la ética profesional, sobre las navidades, años nuevos y cumpleaños que pasarás en la redacción o el estudio.
 
Para los filósofos creo que hay dos grandes pláticas iniciáticas: en la que te explican que estudiar filosofía no te va a resolver tus dudas existenciales, sino más bien lo contrario, y aquélla en la que comprendes que pensar es tener una vida de pensador, con las consecuencias que ello implica (sean novias o novios abandonados, lucrativas carreras truncadas, vidas materialmente rayanas en la miseria... o las cosas menos trágicas: horas de encierro dedicadas a la lectura, reproches ante críticas demasiado agudas o no tanto, vista cansada... en fin).
 
Y sin embargo, contra las lúcidas pláticas iniciáticas que recibí de mis maestros en la Facultad, estudiar filosofía sí me ha hecho más feliz. Primero, porque emulando a Spinoza, aprendes a ver las cosas bajo la lupa de la eternidad, y entonces sabes que puedes tomarte menos en serio todo. Segundo, porque aprendes de Nietzsche que, también en la crítica más ácida o la locura más punzante queda la ironía como recurso para convocar la risa. Y tercero, porque aprendes de Adorno y Horkheimer (o de Arendt) que, aunque la civilización camine a su destrucción no todo está perdido. Tan es así que ellos siguieron escribiendo con todo, a pesar todo y, precisamente, por todo.
 
Podría seguir ennumerando las aportaciones de mi carrera a mi felicidad. Pero creo que esta es una buena muestra. Lo demás, se reduce simplemente al placer intelectual --, que aunque para mí sea sumemente importante, no es lo primero en la vida-- de comprender algo que nunca creíste se te revelaría, de mirar el mismo mundo pero con otra mirada.

challenging great minds... inspiring great imaginations

El título es el lema de una universidad de Pennsylvania.
 
Hace unas semanas fui con mi amiga Perla a una feria de universidades y concluí, una vez más, que él tiene toda la razón: los intelectuales nos vamos para escribir la historia desde afuera. Dejo constancia de otro de sus aciertos con tino doloroso: el problema es que aún no decido qué tipo de intelectual quiero ser. 
 
De eso se trata esta época en mi vida: de los valores que nos guían como estrellas en la noche. Que, parafraseando a san Kant, son autónomos, pero debemos pensar al establecerlos en el resto de la humanidad.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Dicen que decía el Mahatma...

El texto es de un correo que me reenvió una amiga. Me gustó porque tiene otro cariz pensándolo a la luz/oscuridad de India. Sin embargo, creo importante aclarar que Gandhi (Gandhiji de cariño) fue criado dentro de la religión hinduísta, como parte de la casta de los brahamanes para ser más específicos. Por lo tanto, el "señor" al que se refiere no tiene nada que ver con con el "señor mío Jesucristo" ni mucho menos. Los hinduístas son esencialmente politeístas, aunque en algunas sectas existan devociones casi personales a Shiva o Vishnú (más conocido en sus encarnaciones como Krishna o Rama) que podrían recordarnos mucho la devoción cristiana a Jesús.




Como nota curiosa, Gandhi llegó a pensar que el cristianismo podía ser la religión perfecta para resolver los problemas sociales que aún hasta hoy provoca el sistema de castas en India. Sin embargo, su ilusión terminó cuando visitó una iglesia en Sudáfrica y le dijeron que con gusto lo dejarían pasar, pero sólo a la sección reservada para negros.

Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y
a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.

Si me das éxito, no me quites la humildad.

Si me das humildad, no me quites la dignidad.


En la imagen, Krishna instruyendo a Arjuna antes de la batalla.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me
dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a ti mismo y a no
juzgarme como a los demás.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la
desesperación si fracaso.

Mas bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que
precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es lo mas grande del fuerte y que la
venganza es la señal del débil.


Si me quitas el éxito, déjame fuerza para triunfar del fracaso.

Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme
y si la gente faltara conmigo dame valor para perdonar.

Señor, si yo me olvido de ti, no te olvides de mí.


Por último, un detalle. El libro al que Mohandas recurría cuando necesitaba inspiración o aliento era el Bhagavad Gita, o Canto del señor, donde Krishna (encarnación del dios Vishnú) habla con Arjuna (un guerrero) antes de la batalla. Este hermosísimo texto, que para mí es uno de los más sugerentes y profundos que se han escrito en literatura mística alguna, forma parte del libro épico El Mahabarata, mucho más extenso y al menos igual de importante para la literatura universal que la Iliada y la Odisea. Moraleja: en muchos aspectos los griegos no fueron los primeros (y si me preguntan, tampoco los mejores).