martes, 11 de mayo de 2010

Razones para no irse de México. Recordando al Mahatma y Simone Weil

Para mis hermanos brigadistas, todos. Para Alfredo, que tenía un blog y es maestro. Para Ángel, por dialogar. Para Audrey, por Cerdanyola. Para Xavier V. y Roberto B. Para Chelita, por distinta.

Hoy leí en la biografía de tuiter de Gabriela Warkentin "Escribo, hago radio, doy clases, le voy a los Pumas, vivo despeinada y todavía quiero seguir en México". Desde hace unos años, semejante acotación se ha hecho relevante para mí.

Desde que él me dijo que los intelectuales siempre escriben la historia desde afuera. Desde que enferma de varicela en Barcelona decidí volver y dar clases. Desde que volví a discutir la migración con mis alumnos de chunitec y la sectién. Desde que estoy más cerca que nunca de irme, pero cada vez he decidido quedarme.

Y si uno se va ha quedar, tiene que hacer algo. Así, mientras ruego a los dioses en los que no creo, a los santos laicos en que sí creo, a la historia y al destino (en quien tampoco creo), pero sobre, mientras ruego todo a los hombres que el PRI no vuelva a ganar la elección presidencial, les dejo dos regalos.

De Historias del Cielo y el Infierno, estupendo blog de Lydiette Carrión:

Satyagraha, cinco puntos adoptados por Gandhi

Existen en el Satyagraha, cinco puntos que se dirigen hacia una lucha más profunda y sabia:

1) Nunca temas al diálogo.
Gandhi dialogaba con todos durante sus múltiples luchas, incluyendo al Virrey de un Imperio que no aceptaba. Y rendía frutos.

2) Nunca temas al conflicto.
Un conflicto puede ser visto por los menos maduros como una oportunidad para imponerse, prevalecer, "ganar". O, por los más maduros, como una ocasión para la autorreflexión en lugar de censurar a los Otros.

3) Conoce la Historia o estas condenado a repetirla (Burke).
La historia es la memoria colectiva, es el testimonio de los fracasos y victorias de todos los pueblos. Posiblemente no se repita, como lo dijo un gran maestro mío, pero es seguro que nos alcanza.

4) Imagina el futuro o nunca llegarás.
"Sé hoy el futuro que quieres ver mañana" era la forma en que Gandhi traducía la no-cooperación y desobediencia civil.

5) Mientras luchas con la ocupación limpia tu propia casa.

(Cortesía de Amerika Moreschi)


Y de una discusión con Ángel mi toma de partido por la ahimsa o no violencia:

Angel López:
Sabemos de antemano que las candidaturas independientes en México no sirven. Y sino me creen, pregúntenselo al Doctor Simi, a Jorge Gabriel Castañeda, por citar unos ejemplos. La gente lo que necesita hacer es eliminar la tranza desde su mismo núcleo...la sociedad.
Saludos Adrianita. Necesitamos radicalizarnos más.

Adriana Del Moral:
Ay Ángel. Mira, yo soy ultra, ultra. Pero creo que como con los coches, la sociedad no pasa de cero a 200 en un segundo. Se necesita tiempo para los cambios, y construirlos en muchos sentidos. Las candidaturas independientes no son, en sentido alguno, la prioridad de mi agenda polícia. Sin embargo, creo que es necesario que se aprueben. Y que aunque payasos como González Torres se postulen, quizá un día algún Madero contemporáneo que crea en la vía política electoral se postulará. Y eso también es necesario.
No sé cuál sea tu prioridad en la agenda política. Yo creo como Simone Weil que rara vez la lucha violenta crea las condiciones para que un pueblo logre la conciencia, que más bien la lucha violenta --aunque a veces sea inevitable-- dificulta ese proceso. Yo quiero un cambio. Aunque sé que quizá no viva para ver exactamente el cambio que yo quiero, el desastre social en el que nací y nacimos tampoco se hizo en un día.

6 comentarios:

Alfredo Mora dijo...

Tres cosas (o las que se acumulen)

1).- No te vayas.
2) Por inercia el PRI se hará de la presidencia (no hay forma de incidir para que no suceda)
3) Tira a Madero del altar. No fue más que el Vicente Fox de principios de siglo.
4) Hace mucho no escuchaba decir "ultra, ultra, ultra". Y me saco una sonrisa.
5) Hay diferentes tipos de coches. Y llegan de 0 a 200 en diferentes formas. ¿A cuál nos subimos?

6) TE quiero muchísimo.

Adriana del Moral dijo...

1)Sólo si llega Peña Nieto y ya no soporto estar aquí sin quejarme todos los días, si siento que haría mejor yéndome.
2) Que se te haga la boca chicharrón. Jajaja. La historia la construimos los individuos. Muchos, juntos, podemos incidir. (¿Qué pasó con el Instituto Mora?)
3) No quiero. Sí era crédulo rayano en lo menso como Fox. Pero era espritista y sabía escribir, o lo intentaba. Fox ni leer sabe como continuamente demostraba.
4) Era mi adolescente manifestante-marchista-profesional hablando. Jajaja.
5) Tú dime, politólogo.

6) Yo a ti. Aunque me plantes, varias y repetidas veces.

Ángel dijo...

Haremos luchas diferentes en nuestras vidas. Yo seguiré la del ajedrez. La violencia podría serlo está muy cerca. Yo me quedo a ayudar al país, los que se vayan sólo serán meros espectadores. Gracias por esta buena charla que no tenía desde hace mucho, con gente como tan inteligente como tú. Y gracias por la dedicatoria, a veces el coraje te ciega del diálogo.

Adriana del Moral dijo...

Ángel, qué alegría tu visita. Sí, haremos luchas diferentes, pero hermanos. Un amigo me dijo que el problema de las izquierdas es que peleamos mucho entre nosotros, y creo que no tiene por qué ser así, que debemos dialogar siempre para aprender unos de otros y profundizar nuestros respectivos compromisos, que tampoco tienen por qué ser idénticos.
Tengo muchos motivos para creer que la violencia no es el camino. Y si me quedo, mientras me quede, hasta que me quede, haré todo por no ser una espectadora. Y aún lejos, México siempre es mi país, la tierra donde nací y de la gente a la que amo, la tierra de mis muertos y de mis antepasados. Ni perdón, ni olvido, ni apatía. Un abrazo.

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Isabel:

Esto de irnos o no irnos tiene mucho de objetivo y de subjetivo; muchas veces el irnos nos sirve para desde una atmósfera desintoxicada de lo local y, a veces, de lo chauvinista, reflexionar sobre nuestro pasado, la realidad que vivimos y porqué la vivimos, de qué lado está nuestra conciencia y de qué lado queremos luchar (cada cual elige su forma de lucha). Esa reflexión hecha desde afuera quizás nos dé la posibilidad de regresar mejor "armados" ideológicamente, de ganas de trabajar y desarrollar proyectos en nuestro propio suelo. Irse es la alternativa pensada o no ante el desespero, ante el no cambio, ante un sistema social que ahoga más y más a los pueblos mientras los ricos se hacen más ricos; escapar de la postración y la miseria de la politiquería de los que por muchísimos años han ido entregando el país al imperio del norte. El TLC, por ejemplo, sólo beneficia a Estados Unidos y no a México ni a otros países de América Latina que lo hayan firmado o estén con muchas ganas de hacerlo como es el caso de Colombia (otro gobierno arrodillado al imperio). En todo caso irse debe servir para reflexionar y ver más clara la historia de nuestros respectivos países y descubrir el horror del capitalismo y regresar para ayudar a construir una patria nueva, libre y soberana y lejos de estos miserables ladrones de corbata quienes son los responsables de tanta miseria en nuestros pueblos teniendo éstos tantas riquezas.
Muy buen tema y un abrazo.

Adriana del Moral dijo...

Gustavo: no pude decirlo mejor irnos nos sirve para desintoxicarnos y reflexionar, para elegir el lado del que quermos luchar. Me encantó tu comentario, muchas gracias por participar en la discusión.