miércoles, 24 de junio de 2009

Sólo por ti, sólo contigo, las noches de maldormir abrazados en sitios invariablemente demasiado estrechos.
Sólo por ti abrazarme a la piel de ella soportando los interrogatorios, las miradas recelosas. Sólo por ti guiarla de la mano, bajar con ella las escaleras abrazada.
Sólo por ti las madrugadas en Bellas Artes, las dialécticas infinitas, la honestidad hasta doler.
Sólo contigo la esperanza siempre más fuerte que todo, en este amor sin nombres y sin fronteras.