jueves, 26 de noviembre de 2009

Minicuentos sin dinosaurio

Van algunos de los textos elegidos en el Segundo Concurso de Minicuento, 2009, de la Revista Asfáltica.

No me encantó el primer lugar, sí el segundo, que aparece aquí junto con unas menciones francamente buenísimas.


Ese sabor
El día de la coronación, hubo vítores y abundante vino. Más tarde,
en la cámara nupcial, el nuevo rey desvistió a la reina, quien,
a pesar de la edad, aún mantenía una figura atractiva. Una vez
desnuda, la tumbó sobre la cama. Le besó los muslos, la vagina, el
ombligo, y finalmente los senos. El sabor de los pezones a Edipo
le resultó familiar. Qué raro, pensó, me he acostado con medio
mundo, pero no recuerdo haber estado antes en esta ciudad.
Daniel Avechuco Cabrera
(Hermosillo, Sonora, México)

Nomás tantito
Sus padres, histéricos, le dijeron que no. También sus abuelos,
paternos y maternos. No, exclamaron sus hermanos. No, gritó
el sacerdote, llevándose la Biblia al pecho. Los árboles, la noche,
incluso los grillos parecían estar de acuerdo en que no. Y fue
así que el niño, muy a su pesar, tuvo que volver al cementerio.
Carlos Alvahuante Contreras
(Tlalpan, Distrito Federal, México)

Cobardía
A pesar de haber muerto hace siete años mi abuelita apareción
en una reunión familiar. Todos la recibimos con gusto y, como un
acuerdo implícito, nadie mencionó su condición de muerta, para
no molestarla.
La velada transcurrió cómodamente, pero, al
despedirnos, ninguno de nosotros se ofreció a llevarla.
Laura Elisa Vizcaíno Mosqueda
(Benito Juárez, Distrito Federal, México)

Incertidumbre mortal

—…
— ¿Dios?... ¿eres tú?...
Edgard Mauricio Peña Montalvo
(Coyoacán, Distrito Federal, México)


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