lunes, 20 de julio de 2009

You can get what you want or you can just get old. Así fui cuando era adolescente.

Encontré el blog de esta chica quizá por casualidad y quizá no tanto. Una adolescente de Buenos Aires muy guapa que hace teatro. Si hubiera sido más feliz a los 15, seguro habría sido así.
Me llegó esta entrada suya (varios acentos míos).

Si les gusta, visítenla acá. Lo vale.


Me gustan los días que no hace ni mucho frío ni mucho calor.. me siento bien sin necesidad de nada. Me gusta remolonear en la cama antes de levantarme, por alguna razón lo difruto mas que lo que dormí toda la noche. Me gusta cuando tengo un día muy lleno de cosas o completamente vacío y no hacer nada, me atraen ambos extremos. Me gusta pensar y analizar todo mil veces aunque después me canse y me quiera cortar la cabeza para no pensar más. Me gustan los abrazos que les doy a mis perras, o cuando jugamos, nos entendemos tan bien. Me gusta darle abrazos a la gente que quiero y hacerles sentir bien. No me gusta pelear y trato de no hacerlo pero para no pelear simplemente hay cosas que por una cierta cantidad de tiempo me las puedo callar . Hay cosas que no me las puedo callar ni por segundos, las tengo que decir ya en ese momento y contestarlas de esa forma en particular. Me gusta darme cuenta de los momentos que vivo y marcarlos como los buenos, me gusta vivir de esa forma el presente y darme cuenta cuando cosas buenas me pasan....aunque sea casi nunca últimamente. Me gusta ver el lado positivo de las cosas, aunque a veces la gente te la complica bastante. Cuando estoy mal me gusta hacer de cuenta que estoy bien y que no pasa nada. Me gusta que me agarren ataques raros y de repente me pinte hacer cosas que nunca hago o ir a lugares donde nunca voy. Me gusta que siempre sean las mismas personas las que me acompañen en todo. Me gusta ser tan simple como soy a veces, y odio cuando me la complico sola. pero juro que no pido mucho... si supieran lo poco que pido para ser feliz. Me gusta cruzarme por la vida con esas personas que tienen esa buena onda que contagia... que te hacen reír, que te hacen sentir bien, que simplemente siendo como son, sin un mínimo esfuerzo mas, te hacen pensar que buenas personas son. Me gustaría sacar de mi vida a personas que nunca tendrían que haber aparecido o deshacer cosas que nunca tendrían que haber pasado. Analizándolo tome tantos caminos distintos tantas veces que mi vida ahora podría ser como de 4 maneras distintas. Rescato muy poco de todo lo ocurrido. Pero la vida pasó y como paso me forme, y me gusta como soy, con todas mis cosas, todos mis nervios mis ataques, mis gustos, mis humores, y así es como me quiero quedar. Me gusta la lluvia pero la de verano, esa lluvia sin viento y que no te da frío. Me gusta mojarme cuando es así. Me gusta salir y pasarla bien, reírme, bailar, joder, con esas personas con las que hacemos un click increíble y que nos llevamos tan bien, y aunque piensen que saben de quienes hablo...no saben un carajo. Nunca saben lo que digo, todo se supone. Sólo yo se lo que pienso, lo que digo y lo que no digo.
Hay tantas cosas que no digo que no se lo imaginarían.


Si musicalizara la entrada, sería con Vienna de Billy Joel. Canción preciosa.

jueves, 16 de julio de 2009

Viernes romántico (que en realidad era jueves)

Del twitter de Chela: Yo por él haria un mapa en mi piel donde mi cuerpo fuera ese lugar que él llamara hogar.

Del messenguer de Paco:
Voy a llevar tu nombre como protección; como un amuleto, como relicario, como escapulario de jade sobre el pecho.

Dice Alejandro Páez Varela (que, pese a lo que Carlos piense, sí es buen escritor)

La mayoría de nosotros tenemos causas perdidas. Yo tengo la mía: lleva mi nombre. La mitad de una causa perdida se alimenta de la otra. Y así, por fortuna, nos vamos extinguiendo.

martes, 14 de julio de 2009

De los alardes de Calderón, o si no tiene con qué, mejor no presuma

Hace un tiempo escribí sobre la desafortunadísima declaración de Calderón de que "es el narco o el Estado" (¿y qué no son los mismos, podrían preguntarse algunos por aquello de la familia en Michoacán?).
Además de que en general la violencia produce violencia, y de que el problema del narcotráfico hay que enfrentarlo desde el fondo que son los adictos, lo que me parece más estúpido de la política calderonista contra el narco son sus alardes informativos. Como si un paralítico metido a torero se empeñara en meterle banderillas al animal.
El ejército está probando su incapacidad para derrotar al narcotráfico, como ya lo habían demostrado las policías locales y federales. Y a nuestro presidente lo mejor que se le ocurre es avisar sus "enormes" triunfos por todo lo alto para ver si el toro termina por una vez de cornarlo.
A la súper parafernalia noticiosa acompañada por spots del gobierno federal ostentando la captura de Arnoldo Rueda, alias "La Minsa" --capo de la familia en Michoacán-- el cártel respondió con ataques el sábado, el domingo y el lunes contra instalaciones policiales en ese estado, Guanajuato y Guerrero.
Además, ya se confirmó que las doce personas asesinadas y decapitadas que se encontraron en una carretera de Michoacán eran agentes de la policía federal. El mensaje que se encontró con los cuerpos: “ya los traemos, los estamos esperando, vengan por otro” (las comas son mías).
No digo que la cobardía sea la mejor estrategia para combatir a un enemigo. Sólo que, tratándose de criminales, se corre el riesgo de que contesten a quienes se presumen "héroes" firmado en sangre. ¿Es esa la lucha contra el narco que el país necesita?

La nota completa acá.

P.D. Calderón presume de valiente por enfrentar al narco "de frente". He visto sus escoltas y pasé días sin poder llegar a mi trabajo en el Centro Histórico porque se desplegaban operativos ridículamente grandes para protegerlo. Valientes son las madres, hijos y espos@s de los policías y militares que han sido asesinados en esta guerra a la que no se le ve fin. ¿Queremos llegar al día en que todos hayamos perdido a un familiar en esta lucha?.

lunes, 6 de julio de 2009

O somos pendejos o ya se nos olvidó

En la calle de atrás de donde vivo estaba la casa de campaña del diputado local por el PRI. Más de una vez sentí ganas de ponerles una pinta como "¿Creen que no tenemos memoria o qué?" "El partido que acribilló a los estudiantes en 68, que provocó las peores devaluaciones del peso, que desapareció familias en los 70 y 80".



O, parodiando su lema: "Cinismo espartano, misma actitud".

Nunca conseguí la lata de pintura ni hice el stencil.



Hoy descubrí que, cuando despertamos, el dinosaurio aún estaba ahí: fuimos tan estúpidos o tan desmemoriados como para revivirlo.

Si antes, con serias dudas sobre su legitimidad, hacían lo que les venía en gana... ¿ahora quién podrá pararlos?



Y lo dije muchas veces... si gana el PRI en 2010, yo me largo. No me siento capaz de vivir en un país capaz de hacerse ese harakiri.