viernes, 6 de marzo de 2009

Amigos: Febrero que dura todo el año. Arendt y The Beatles

Lo mejor de mi vida, siempre lo he dicho, es la gente que he conocido en el camino. O como lo digo de otra forma: desde que me declaré agnóstica mi única religión ha sido la amistad.
 
La depresión es una cosa hereditaria, clínica y potencialmente mortal en mi familia. Los que me conocen saben que tengo mi buena carga de eso, y por lo mismo, tengo la fortuna de ser una persona a quien le han salvado la vida muchas veces, literalmente, pero también de maneras más sutiles y necesarias.
 
Los últimos quince días he necesitado una dosis extra de ánimo y mi mamá me hizo la cena un par de veces la semana pasada. Rosalía, mi ex jefa adorada, me escribió unas frases súper consoladoras en correos y el chat. Un periodista que conocí en Sedesol me ayudó a corregir mi currículum, mi amigo Miguel me regaló una dosis extra de abrazos y motivos para reír (de él sobre todo, pero también de mí) y mi amiga Perla, mi angelito güero, me ofreció ayuda con mi mudanza. Y como esos, otras decenas de gestos que han hecho que por fin vea el sol sobre mi cabeza.
 
 
Como es bien sabido, los antiguos consideraban que los amigos eran indispensables para la vida humana, que una vida sin amigos no valía la pena de ser vivida. Al sostener esto, no daban gran importancia a la idea de que necesitamos la ayuda de los amigos cuando tenemos dificultades; por el contrario, pensaban que no puede haber felicidad ni buena fortuna para nadie a menos que un amigo comparta su alegría.
  
Hannah Arendt, Hombres en tiempos de oscuridad
  
Oh I get by with a little help from my friends
Mm going to try with a little help from my friends
Oh I get high with a little help from my friends
Yes I get by with a little help from my friends
With a little help from my friends
 
De The Beatles

3 comentarios:

Martiuks dijo...

Isabel:

Los amigos siempre te salvan la vida, a veces una buena charla al final del día, o el simple hecho de que se tomen el tiempo para ver como estás o que te sigan la corriente cuando sueñas despierta, te salva de los días grises y de los malos momentos.

Es poca la gente que logra tener esa cercanía y conocerte al grado extremo de que sin que tu le digas nada y con sólo escuchar el tono de tu voz, esa persona ya se entera de como estás.

Martiuks dijo...

No se que oprimí y no terminé mi comentario.

Sólo te quería decir que las personas que tienen la capacidad de hacer eso por ti, son los verdaderos amigos, esos con los que sabes que siempre vas a poder contar y pues creo que tu eres afortunada en poder contar con personas así.

Saludos otra vez.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón Martuchis. Los amigos son lo mejor que nos puede pasar, incluso lo mejor dentro de lo peor. Besos, nos leemos.