miércoles, 20 de enero de 2010

Tristano muere, invierno en Lichtenstein

Mi amiga Thelma mudó a Lichtenstein para casarse allá. Desde luego, la extraño mucho y muero por ir a verla pronto. Ahora la pienso mucho entre la nieve, lidiando con esos climas tan distintos a los que tenemos aquí (aunque esté nevando en Zacatecas, Coahuila y otros lugares).

Como parte de su herencia yo me quedé con varios de sus libros y un vestido. Dejo ahora algunas citas de Tristano muere, libro de Antonio Tabucchi que he leído y ahora paso a su amigo Memo.

(...) de la vida es más lo que no recordamos que lo que recordamos...
--p. 10

(...) la vida uno debe llevársela a la tuma. Me refiero a la vida verdadera, la que se vive dentro. Para dejársela a los demás, basta con la vida que se vive por fuera, es ya tan evidente, tan impositiva.
--p. 12

Los hombres no se mueven, quedan hechizados en distintos momentos fijos, sólo que no lo saben, nosotros creemos que hay un flujo continuo que poco a poco se evapora, y en cambio, no, en alguna parte del espacio queda este momento fijo con su gesto y todo, como en un hechizo, una fotografía si su placa. Es necesario saber verla, pero ahí está, te lo dijo yo.
--p. 43

"Y lejos, muy lejos en el tiempo, tal vez algún día en los ojos de otro encuentres algo de mis ojos".
--p. 84, fragmento de una cación de Luigi Tenco, en italiano en el original.

... a veces eso pasa, estás a punto de convertirte en héroe y todo acaba en mierda... (...) a menudo los heroísmos acaban en mierda, mejor dicho, casi siempre, pero eso no debe decirse, no es adecuado para la educación de los niños (...).
--p. 91-92

Y a veces me pregunto si lo que te cuento es mío porque lo cuento yo es tuyo porque lo escribes tú... Las cosas ¿pertenecen a quien las dice o a quien las escribe?
--p. 97



... he visto otros enigmas como flores abiertas en el vacío, faldas vacías que reclamaban cuerpos convertidos en aire, y he visto el corazón de una muchacha olvidado en una jaula, excrementos de león, el circo estaba lejos, y el tiempo era una fortaleza defendidada por muros de piedra y de estupor, y sobre aquellos amuros se había posado una paloma ciega, pero ¿cómo descifrar lo que los héroes no cuentan?, ¿cómo vencer al mar si la navegación es libre pero está prohibido contruir barcos?...
--p. 106

¿Sabes cuál es la verdadera naturaleza de la traición? Que es traidora, que traiciona incluso a quel que traiciona, y no tiene confines, como la sombra sobre el paisaje, empiezas por traicionar un amor, o un leve cariño, quiero decir, una cosa de nada, un gato por ejemplo, y acabas por llegar a ti mismo, pero tú no sabías que acabarías por llegar a ti mismo, pues entonces no hubieras dado el primer paso, y en cambio ese paso precisamente, uan cosita de nada que tan insgnificante te parecía, se ha convertido en una catástrofe, es un aluvión, la riada te arrastra, tú braceas, braceas, no se puede nadar en la riada.
--p. 118

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