jueves, 17 de septiembre de 2009

Collage de Neruda (para el día nublado)

Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.
(...)
Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.


(El cuarto de los veinte poemas y la canción desesperada)


La niña de madera no llegó caminando:
allí de pronto estuvo sentada en los ladrillos,
viejas flores del mar cubrían su cabeza,
su mirada tenía tristeza de raíces.

Allí quedó mirando nuestras vidas abiertas,
el ir y ser y andar y volver por la tierra,
el día destiñendo sus pétalos graduales.
Vigilaba sin vernos la niña de madera.

La niña coronada por las antiguas olas,
allí miraba con sus ojos derrotados:
sabía que vivimos en una red remota

de tiempo y agua y olas y sonidos y lluvia,
sin saber si existimos o si somos su sueño.
Ésta es la historia de la muchacha de madera.

(Soneto lxviii de los cien sonetos de amor)

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