jueves, 22 de febrero de 2007

De Oliverio Girondo para la palmera salvaje

Se miran, se presienten, se desean, se acarician, se besan, se desnudan, se respiran, se acuestan, se olfatean, se penetran, se chupan, se demudan, se adormecen, despiertan, se iluminan, se codician, se palpan, se fascinan, se mastican, se gustan, se babean, se confunden, se acoplan, se disgregan, se aletargan, fallecen, se reintegran, se distienden, se enarcan, se menean, se retuercen, se estiran, se caldean, se estrangunlan, se aprietan, se estremecen, se tantean, se juntan, desfallecen, se repelen, se enervan, se apetecen, se acometen, se enlazan, se entrechocan, se agazapan, se apresan, se dislocan, se perforan, se incrustan, se acribillan, se remachan, se injertan, se atornillan, se desmayan, reviven, resplandecen, se contemplan, se inflaman, se enloquecen, se derriten, se sueldan, se calcinan, se desgarran, se muerden, se asesinan, resucitan, se buscan, se refriegan, se rehúyen, se evaden y se entregan.

2 comentarios:

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Soy purista (¡qué necio!), para qué digo que no: lo más sorprendente de este poema es que todos los versos son endecasílabos, en todos hay tres verbos transitivos, en cada uno se construye un ritmo creciente. Por tanto, habría que disponer correctamente cada verso para ver su verdadero alcance: así, como que muchos se quedarían con la impresión de una enumeración caótica.
Si la inventiva poética de Girondo avasallaba cualquier idea de poesía o verso y se movía con absoluta libertad entre el verso libre y la prosa poética, aquí hay una muestra bien linda (por su sencillez) de que dominaba el verso medido, y sobre todo de esa frase suya, que no haría daño tener en cuenta: "El soneto es como un molde de pudín: vacíe el contenido y por sí solo se forma."

Anónimo dijo...

Me parece bien el purismo, pero mi deseo era precisamente eso: dar la sensación de la ennumeración caótica, de la voz que habla hasta quedar sin aliento.