Un intelectual es alguien que ha encontrado algo más importante que el sexo.
Edgar Wallace
Dice una ex compañera veracruzana que yo odio a los intelectuales de tres pesos. Aunque no sé en que sentido lo dijo (jarocha al fin y al cabo), creo que tiene algo de razón. Para mí, ser intelectual es una maldición más que algo de que enorgullecerse con un círculo onánico de "amigos" o colegas igual de jodidos que uno.
Uno es intelectual porque nació con la cabeza funcionando mejor que el resto de su cuerpo, y a veces, también que su corazón. Uno es intelectual porque tuvo la inmensa fortuna de nacer en una familia donde los libros eran algo importante; porque sus progenitores tenían el tiempo y el dinero suficiente para preocupase de que hubiera en casa algo más que pan y televisión, entiéndase, para que hubiera música, pinturas, fotos, rompecabezas...
Pero la vida, más allá de los libros, de la danza, de los edificios hermosos al delirio, del teatro, etcétera, es para vivirse. Es para tomarse un buen pulque, un mezcal o un tequila (según gustos), abrazar a un amigo o amiga, desvelarse riendo hasta las dos de la madrugada (o más). Es para jugar cascaritas de futbol (aunque a menudo termine en golizas para el equipo donde uno juega), para bailar hasta el amanecer con los amigos, para caminar por lugares inverosímiles a horas increíbles. Y como no, para hacer la revolución entre las sábanas, para amanecer exhausto de deseo satisfecho, o a punto de caerse de la cama tras batallar con quien uno ama.