
Como señala Fatema Mernissi, la mujer occidental no es mucho más libre. Mientras que las musulmanas ayunan sólo en el mes de Ramadán, las occidentales lo hacen constantemente sometidas a la esclavitud de la delgadez.
Y acá abajo, los comentarios pirateados --bajo licencia CC-- del caralibro de Alfredo Mora (quien encontró la imagen de la chica conel letrero de "la desnudez no me libera" que ilustra el post)
- Lorenzo de Quirós: Me hablaban a mí porque dominaba el Hindi... Jejeje, sí, y el reportaje sobre parejas detenidas por ir agarradas de la mano en la calle sin estar casadas... ¿qué me dices Adriana Del Moral? ¿Cómo era el nombre de la Ley contra el decoro o algo así...?
- Fernando Madrid jajaja ya sé, y es muy cierto. Sin embargo este tema en particular me parece muy intrigante. Porque en la historia hay otros ejemplos interesantes de personas oprimidas que vivían felices en su situación de opresión, por ejemplo en la Guerra Civil hubo esclavos que no deseaban ser liberados de sus amos y así y todo fueron liberados ... el ser humano es un bicho tan pero tan complejo, que definitivamente me va a explotar la cabeza.
- Alfredo Mora Jajajajajajaa. No podías haberlo dicho mejor. Intrigante, complejo, misterioso. Vaya dificultad. Tú ejemplo es uno de los más claros: decenas de afrodescendientes defendiendo las granjas de sus amos durante la Guerra Civil, ¿qué había detrás de sus decisiones y posturas?
- Jose Matos-Carrasquedo La buena gente conservadora. Dios los guarde.
- Fernando Madrid Exacto, totalmente de acuerdo. A veces llego a creer que las cosas terribles nos son hasta cierto grado inherentes como seres humanos. No lo sé, como dicen, en todos lados se cuecen habas. Sin embargo creo que sí hay quienes se preocupan por eso del photoshop y las pasarelas, ya que en occidente la crítica es "libre"; además la diferencia es que aquí el Estado no te obliga a seguir dietas o comprar maquillaje, a pesar del tremendo control mediático y mercadológico al que supongo que estamos sometidos. De todos modos no creo que haya cosas peores que las lapidaciones. He dicho. (Ah y por cierto no hay que olvidar que no sólo el cuerpo femenino está sometido a este género de presiones, en el siglo XIX también había corsés para hombres y hoy en día es sorprendente la exigencia ejercida sobre los varones para tener cuerpos adecuados, ¡imagínate! en lugar de avanzar vamos de mal en peor, ay no no no)