No puedo llevar una vida normal por más de dos años sin empezar a sabotearme. Estoy al final de una temporada de estabilidad que empiezo a cambiar, de nuevo, por la vida precaria que me encanta. Renuncié, rechacé tres trabajos -cuatro en realidad, más los que se acumulen- y hasta ayer estaba demasiado cansada de todo para empezar en realidad a hacer proyectos.
Ayer me dormí de madrugada, y hoy con la luz de las 7 de la mañana lo supe: he tenido -en ocasiones- la vida que supe que quería desde los quince años; ahora la volveré a tener. La tuve cuando en 2007-2008 tuve uno de mis trabajos ideales (la paga era mísera, el horario y la jefa inmejorables): me pagaban por leer poesía y jugar al detective. La tuve en 2009 cuando había conocido ya a mis editores: la que chateó conmigo cuando India y cuando la varicela en Barcelona, que ahora devenido en tía putativa; la que adoraba mis fotos y me regaló una pulsera porque yo le traje una chalina de Marruecos (Sofi Zambrano, ¿dónde estás?); la que estudió piano y me publicaba entrevistas en Quo; el amigo de un maestro a quien no conozco pero me dio la portada de una revista; el que me presentó mi hado padrino y aún me insiste para que escriba. Entonces pensé que era para siempre, luego vino la crisis del precio del papel, el cierre de revistas, los cambios vertiginosos e interminables de este quehacer mercenario que entrañan las publicaciones periódicas. Y luego, el mundo corporativo, las jornadas de diez, doce y hasta dieciséis horas que tan encarnizadamente le critiqué a él.
Ahora que he superado la culpa de poder hacerlo, de poder elegirme, me dedicaré a la tenue nada, a trazar otra vez espirales en el aire. Hasta que dure, porque el paraíso para serlo tiene que ser efímero. Eso ya lo aprendí. ¿Qué va a hacer uno si nació anormal? Pues disfrutarlo, ¿qué más?
(Escrito en el septiembre más luminoso de mi vida desde aquel en que vi a Lee Kyung Hae apuñalarse en 2003 y supe que sí quería ser periodista. Escrito con la nueva interfaz de blogger, que no es taan fea, pero cómo se parece a googleplus).
1 comentario:
Jajaja. Anormal +1
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