Dice José en el ágora caralibresca:
Ordenamos una cierta cantidad de gestos y exclamaciones, los volvemos a juntar siguiendo los dictados del sentido común, miramos más de cerca los resultados, y murmuramos luego para nosotros mismos, con no poco aturdimiento: ¡Pero... si esto es una masacre, si a esa gente la están asesinando! Y luego en un segundo momento, volvemos al texto para preguntarnos: ¿Pero se da cuenta este escritor de eso? ¿sabe lo que está pasando?...
Fredric Jameson
Y luego me dice en una carta:
1. La ciudad de México es un milagro cotidiano. Respirar y no morir en el intento. Ahí hemos despertado en la noche para saludar al día.
2. Para sentir por una vez más que somos los vencidos y, aún así, tomar partido por las causas perdidas. –José Sánchez, Cartas nómadas.
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