No sé cuántas veces he escuchado en esta semana la canción. Así soy yo, la analfabeta musical: encuentro una rola que se convierte en La rola y la pongo una y otra y otra vez hasta que la incorporo a mi repertorio.
Leonard Cohen es, definitivamente, uno de mis compositores-cantantes --aunque algunos amigos me digan que, como Dylan, no canta: recita-- favoritos. Lo conocí por mi amigo Carlos y por E. Uno me quemó el disco completo de Closing time y otro dos canciones suyas en un mix de música y poemas... Éramos unos niños. Y, si no me bastaran con esos recuerdos para amar a Cohen la peli de I'm your man lo logró sin vuelta de hoja, sumada a sus canciones en el soundtrack de Natural Born Killers.
Este año caí en fascinación con Nacho Vegas, lo escuché muchas veces en madrugadas interminables. La canción de "La fiesta" me acompañó el final de la primavera y todo el verano (fatal) en fiestas y desvelos incontables; la de "Dos bandos", que escuché realmente por primera vez con K. aunque ya la había oído antes, me sirvió para justificar mi ausencia-retirada de ciertos círculos. Y "La sed mortal", a manera de disculpa escuchada en una madrugada triste me hizo llorar por dos horas seguidas.
Ahora ésta es definitivamente mi canción de diciembre y, una de las grandes canciones en el soundtrack de mi vida extranjera, cruzada por muchos extranjeros:
Canción del extranjero
fueron jugadores pretendiendo haber dejado el juego.
Conozco a esos hombres y no es fácil
coger la mano de alguien que quiere alcanzar el cielo, alguien que quiere alcanzar el cielo.
Y al recoger el comodín que se olvidó
descubres que no te ha dejado mucho más que nada.
Él como cualquier jugador se retiró
cansado de esperar por una carta aún más alta,
como San José buscando un pesebre,
Y un día con serenidad te dice que
su voluntad se debilitó con tu amor y tu cobijo.
Sacará de su cartera un viejo horario de trenes
y dirá: "te dije al llegar que era un extranjero,
te dije al llegar que era un extranjero".
Pero ahora ves que hay alguien más que esconde
sueños y demás como si fueran la carga de otro.
Ya has visto a ese hombre antes repartiendo cartas
con su brazo de oro que ahora está oxidado,
y te ofrece juego a cambio de cobijo,
y canciones a cambio de cobijo.
Y tú odias ver a otro extranjero como aquel primero
haciéndote creer que ha dejado el juego.
Y mientras él oculta un as adviertes
un camino serpenteando como humo entre la nieve,
y de pronto sientes que envejeces.
Le dices que puede pasar, pero oyes algo
y al girarte ves la puerta abierta y nadie en ella.
Está junto a la ventana y no tienes nada que temer,
eres tú, mi amor, tú eres la extranjera,
tú mi amor, la única extranjera.
Quise esperar, sabía que te encontraría en este tren,
ya es hora de ir cogiendo otro. Entiende por favor que nunca tuve un plan
para llegar a este sitio o a cualquier otro.
Y cuando te habla así no sabes que pretende.
Mañana podemos quedar bajo el puente
o junto al mar que se extiende hacia el infinito. Y sube al coche-cama dejando el andén vacío
y entiendes que él nunca fue sincero,
que él no era aquel extranjero.
Y dices: "vale, bajo el puente es perfecto".
http://youtu.be/MWUFcvUKpuQ
sueños y demás como si fueran la carga de otro.
Ya has visto a ese hombre antes repartiendo cartas
con su brazo de oro que ahora está oxidado,
y te ofrece juego a cambio de cobijo,
y canciones a cambio de cobijo.
Y tú odias ver a otro extranjero como aquel primero
haciéndote creer que ha dejado el juego.
Y mientras él oculta un as adviertes
un camino serpenteando como humo entre la nieve,
y de pronto sientes que envejeces.
Le dices que puede pasar, pero oyes algo
y al girarte ves la puerta abierta y nadie en ella.
Está junto a la ventana y no tienes nada que temer,
eres tú, mi amor, tú eres la extranjera,
tú mi amor, la única extranjera.
Quise esperar, sabía que te encontraría en este tren,
ya es hora de ir cogiendo otro. Entiende por favor que nunca tuve un plan
para llegar a este sitio o a cualquier otro.
Y cuando te habla así no sabes que pretende.
Mañana podemos quedar bajo el puente
o junto al mar que se extiende hacia el infinito. Y sube al coche-cama dejando el andén vacío
y entiendes que él nunca fue sincero,
que él no era aquel extranjero.
Y dices: "vale, bajo el puente es perfecto".
http://youtu.be/MWUFcvUKpuQ
Y sí, bajo el puente es perfecto, aunque preferiría junto al mar.
Y aquí algo más sobre la historia de amor-desamor de Nacho Vegas y Christina Rosenvinge.
2 comentarios:
Christina y Nacho vegas son sin duda una de las mejores cosas que le ha pasado a la música española....Aunque para mi, "Tu labio Superior" de Rosevinge es una obra maestra. Saludos Profesora.
Hola Luis Omar. Coincido, ambos son de lo mejor que le ha pasado a la música española. Ya busqué el disco, gracias por la recomendación. Saludos.
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