Quebrar el son
SE AMABAN
Sí
Se amaban
Se lamían el alma
Se herían con los ojos
Se cortaban
al besarse
Se mordían
Estaban solos
Lloraban sin motivo
No les cabía ni el cuerpo entre las almas
Se consumían en un fuego invisible
Soplaban sus cenizas
Se reintegraban
Se daban a comer su corazón
Nadaban en las aguas del cielo
Se amaban
Sí
Se amaban.
FLOTABAN
Sí
Flotaban
Papalotes ligeros de Chagall
los dos enamorados
tomados de la mano
flotaban
sin gravedad
Aislados
Separados del suelo sin haberlo notado
flotaban
Más allá de su nube favorita
Más allá de los cielos más insospechados
Más allá del lejano fin de los tiempos
Más allá de la muerte del espacio
y más allá de dios
y más acá de la madre de dios
los dos cometas locos y enamorados
flotaban
sí
flotaban.
CUANDO ELLA LO MIRÓ
él puso a asar su corazón en un fuego de roble
: ya está listo
: sírvete
dijo
Ella mordió
pero al hacerlo
sintió los dientes de él
hundiéndose despacio
en su corazón crudo.
SE ARROJABAN A LAS LLAMAS
Heridos por el veneno intenso del loco amor
se arrojaban a las llamas
: caían muellemente sobre aquel lecho de pétalos frescos
y ardían de todos modos
pero no reposaban
Y miraban las llamas
en sus ojos
guardadas
Y se volvían a lanzar
a las llamas
: a las almas.
ABRÍA SUS PÉTALOS
: ella abría sus pétalos
mientras él se acercaba
y comenzaba
a libar
: le quedaba en la boca el gusto intenso
de aquel licor que otorga las visiones
antes del hundimiento.
Efraín Bartolomé, Quebrar el son, Ediciones Monte Carmelo, 2011.
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