miércoles, 29 de octubre de 2008

Una invitación. Que muestra por qué Breton llegó a México y comprendió que a su arte le faltaba mucho y por qué los anarquistas son los más idealistas de los idealistas (y si hubiera que elegir, los elijo).

FESTIVAL GLOBAL POR LA LIBERTAD TOTAL

 4 días  por la cultura underground

y autonomía  social

 

Se presenta un libro de entrevistas y la entrada cuesta (en pesos) el equivalente a un dólar (devaluación más o menos).

Sonarán:

 

PSYCHEDELIC TRANCE

GATHERING 

OF THE SPACE TRIBES

[electro acid psychedelic trance]

d.j.Crystal Zero [void network]

[ psychedelic ambient trance]

d.j. Sissy Stardust [void network]

Dj Ray

[full on]

+

special sets:

The Nemless

[hip hop]

 dj Redeker

[drum n bass]

dj Flo

[jungle]

 

Y ocurre en Puebla. (Sí, la misma de las 365 iglesias, del montón de conventos y demás) 

 El objetivo del movimiento de resistencia ha de ser el despertar del espíritu de contestación y pensamiento crítico personal, la formación de centros sociales autónomos, la preservación de espacios públicos de libertad, la solidaridad hacia los luchadores encarcelados y la promoción de una cultura subterránea creativa, capaz de emocionar y fortalecer a miles de personas para que hagan suya la responsabilidad de la lucha inmediata por la salvación de la Tierra, la Vida y la Dignidad de los poderes elitistas destructivos de la dominación, la explotación y el atontamiento masivo.

 (Incluye también (english version:) que no transcribo).

lunes, 27 de octubre de 2008

¿Quién mató a Will?

Recuerdo, recordemos.
Hasta que la justicia se siente entre nosotros.

Rosario Castellanos




Que si lo mató una bala perdida en la refriega entre la APPO y los policías. Que si lo mataron las personas de la APPO con quienes trabajaba hombro con hombro, sostienen desafiando la cordura los de la PGR. El caso es que falleció y era un periodista ejerciendo sus funciones.

Su muerte es una tragedia, primero humana: Brad era un hombre. Un ser humano, como también lo eran las demás personas que perdieron la vida en los enfrentamientos de Oaxaca. Segundo, periodística: en conflictos armados, los periodistas eligen ser oídos y ojos de personas que no podemos ver las crudas consecuencias por nosotros mismos al no encontrarnos en el lugar de los hechos. En tanto que desempeñan esta misión, los periodistas deben ser objeto de protección especial por parte de la sociedad. Tercero, racista: Brad no fue el único muerto en Oaxaca, pero sí el único extranjero, más concretamente norteamericano.

Las preguntas que su tragedia trae a la discusión son duras porque hieren la conciencia de todos: ¿hubiera sido lo mismo de haber caído un periodista mexicano? Los cientos de reporteros muertos en la frontera por cubrir el narcotráfico contestan en cierto modo la pregunta: ellos son ya muy poco más que meras cifras para los periódicos y noticiarios que llevan la cuenta de los caídos en el norte del país. Brad aún conserva los atributos de nombre e historia propios.

¿Hubiera sido lo mismo si la PGR no hubiera iniciado su investigación demente y la CNDH no los hubiera puesto en evidencia? Tampoco. Creo que también ha dado tanta publicidad al caso el hecho de su doble injusticia: la muerte de Brad y la acusación escasamente fudamentada de la PGR, así como la intervención de otro organismo gubernamental. Desgraciadamente, los movimientos sociales por sí mismos aún no llegan --salvo en casos excepcionales-- a lograr el poder de tribuna que sí logra la CNDH.

Este caso nos muestra no sólo lo peor de algunas prácticas del sistema de injusticia mexicano, sino también aspectos que debemos cuestionarnos como sociedad. Así que por Will, y por nosotros, Recuerdo, recordemos...

Santa Lucia del Camino,Oaxaca 2008




"...Una muerte más, otro mártir en esta guerra sucia, otra ocasión para llorar y sentir dolor, otra oportunidad de conocer el poder y su horrible cabeza, otra bala irrumpe en la noche, otra noche en las barricadas. Alguien mantiene las fogatas, otros se acurrucan y duermen, pero todos están con él mientras descansa, una última noche, bajo su mirada."

--Escrito por Brad Will (sobre el asesinato de Alejandro García Hernández, miembro de la APPO caído en una de las barricadas de Oaxaca en el 2006)

Con información e imagen de CONTRAIMPUNIDAD

martes, 21 de octubre de 2008

De Mirtha Luz Pérez R. Porque, como dice Revueltas, nos matan los muertos, por eso viviremos. Y por el muerto de Umbral

Día de muertos

 

1                                                     

 

Estamos muertos

De risa

De vergüenza

De hambre

De rutina

 

Vamos sin conciencia

Dentro del ataúd

La ropa

El auto

La casa

La fábrica

La escuela

La oficina

 

Nos corrompe

El dinero

El prejuicio

La moral

La religión

La ideología

 

En el abandono

Crece el orgullo

El egoísmo

La indiferencia

El tedio

La soberbia

  

De vez en cuando

Alguien nos trae las flores del amor

Y aspiramos

La risa

La luna

 La alegría

 

Mas en nuestra inmovilidad

En esa tumba gigante que es el mundo

Dejamos que las flores se marchiten

 

 

 

2

 

Los muertos viven en nosotros

Y cuando hayamos muerto

Nosotros viviremos en los otros

lunes, 13 de octubre de 2008

Porque esto no es sobre vestidos blancos y porque los libros son también hijos, algo del filósofo bailarín

Para el Arturo y la palmera salvaje.
Por los sueños, los soñados, los abandonados, los realizados.
Por el futuro, pero sobre todo por el presente.
Por hacer que mi mirada sea más clara,
por alimentar a todas horas mi esperanza.
Porque gracias nunca es la palabra con ustedes.
Por la vida, por vivirla con pasión,
con compromiso, desgarrándose.
Por sus testimonios (o intuiciones)
de que otro mundo sí existe y empieza en nosotros.
Quiero hacerte a ti hermano mío una pregunta que lanzo a tu alma como una sonda para saber su profundidad. Eres joven y deseas casarte y tener hijos. Pero mi pregunta es: ¿Tienes derecho de aspirar a la paternidad? ¿Has triunfado, te has vencido a ti mismo, has dominado tus sentidos, eres señor de tus virtudes? - te pregunto-, ¿tu deseo es una manifestación de tu instinto animal, de tu necesidad sexual, de tu soledad o de que estas insatisfecho de ti mismo? Por que lo que yo quiero es que sea tu victoria y tu libertad las que anhelen un hijo, ya que a ellas debes erigir monumentos vivientes. Debes edificar por encima de ti, pero has de ser tú un edificio bien construido en cuerpo y alma. Reproducirte ha de ser, crear algo que sea superior a ti. Has de crear un cuerpo mas elevado, un movimiento inicial, una rueda que gire por si misma, has de crear un creador.Llamo matrimonio a la voluntad que tiene una pareja de crear a alguien que sea superior a quieres lo crearon. Llamo matrimonio al respeto que se tienen quienes coinciden en desear eso. Que ese sea el sentido y la verdad de tu matrimonio. Porque, ¿cómo llamar a esa miseria del alma compartida por una pareja, a esa suciedad del alma que infecta a una pareja, a ese bienestar digno de lastima que presenta una pareja? A todo eso lo llaman matrimonio y aseguran que esa unión ha sido vencida por el cielo. ¡Yo rechazo ese cielo de la gente que esta de más! Rechazo a esos animales prisioneros en esa red celestial! ¡Y tampoco quiero sabes nada de ese dios que se acerca renqueando a bendecir lo que no ha unido! (...) Ese hombre que se había lanzado en pos de la verdad acabó trayendo como botín esa mentirilla engalanada que los que están de más llaman matrimonio. Ése otro que rehuía el trato de los demás y que seleccionaba a sus amigos con criterio muy estricto, acabo echando a perder su compañía con eso a lo que los que están de más llama matrimonio. Aquél otro que buscaba una criada que fuese virtuosa como un ángel, acabo convirtiendo en criada de una mujer y viéndose forzado a convertirse en ángel. He descubierto que ahora todo el que va a comprar algo anda con mucho cuidado y abre mucho los ojos, pero que hasta el más astuto se compra su mujer a ciegas. ¿Y llamas amor a esa serie de pequeñas estupideces que finalizan en matrimonio, y se convierte en una única y duradera estupidez?Pero casi siempre todo se reduce al mero encuentro de dos animales. Incluso lo que hay de mejor en tu amor no es más que el símbolo de un éxtasis y un ansia dolorida. Es una antorcha que ha de guiarnos a caminos mas elevados. Un día tendrás que amar a algo que esta por encima de ti. ¡Vayan ya aprendiendo a amar! Y para eso tienes que beber el cáliz de la amargura de tu amor. Hasta en el cáliz del mejor amor hay un poco de amargura, por eso el amor despierta la sed del súper hombre, por eso suscita tu sed de creador. Esa voluntad que te impulsa al matrimonio, ¿es esa sed de creador, es esa flecha que apunta al súper hombre? ¿Sí? En tal caso, considero que esa voluntad y ese matrimonio son algo santo.

Friedrich Nietzsche, “Del hijo y del matrimonio”, en: Así habló Zaratustra
(Transcripción del hi5 Julián 'gottisttoth', acentos y corrección mía.)

miércoles, 8 de octubre de 2008

Cuatro meses para juntar todo el amor del mundo...


No das crédito a estar tan enamorado. Durante un año, la vida es una sucesión de soleadas mañanas. Te dedicas a escribir libros sobre esta cuestión. Te casas lo antes posible. El segundo año, hacéis el amor cada vez menos. Resistes la tentación de fijarte en las señoritas ligeras de ropa. El tercer año, ya no resistes la tentación. Llega el momento en que ya no puedes soportar a tu esposa, te has enamorado de otra. Recibes dos noticias. La noticia buena: tu mujer te abandona. La noticia mala: empiezas otro libro. Una historia de amor muy moderna, radicalmente autobiográfica, que el autor-protagonista presenta de forma aguda y desenvuelta.

El amor dura tres años, Beigbeder, Frédéric
(Reseña cortesía de la web de editorial Anagrama)


Y dice mi hermana: El enamoramiento dura tres años. El amor es para siempre.

Discierno con Campos: El amor dura tres años, entonces esto ya no es amor, es otra cosa.

Y sentencia Miguel: El amor dura tres años, después sólo hay consenso.

Mi fusión alquímica de sabidurías:

El enamoramiento dura tres años;

después, sólo con consenso hay amor.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Dice Facundo Cabral...

No estás deprimido, estás distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado(...) la vida no te quita cosas: te libera de cosas... te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud.

No estás deprimido, estás distraído … Distraído de la vida que te puebla, distraído de la vida que te rodea, delfines, bosques, mares, montañas, ríos.

El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Que dice su mamá que siempre no, que usted disculpe... (aunque muchos nos preguntemos si tendrá [madre, claro]). O, "Los gringos también lloran"

Estos son fragmentos de un breve discurso de George Bush, donde se explica al Congreso la necesidad de asignar 700 mil millones de dólares adicionales para enfrentar la crisis desatada por lo que a muchos nos suena al Robaproa a la gringa. Cursivas mías.

-El objetivo es preservar la economía del país. ¿A qué me suena? Algo, algo por ahí de 1994...

-He afirmado que la economía global sigue gobernada por legislaciones del siglo XX y hay que adaptarla a las finanzas del siglo XXI, que luego resultan van a ser las medidas que se quisieron abolir durante el siglo XX. Pero total, vamos p'alante

-Muchos prestamistas aprobaron créditos sin examinar la capacidad de pago, créditos que financiaban el american way of life reducido a vive ahora, paga por siempre.

-Los economistas plantean que son problemas de más de una década (...) Muchos economistas están de acuerdo en que los problemas que tenemos hoy se produjeron a lo largo de mucho tiempo. ¿En serio? Si son re listos esos señores.

-Muchos empresarios obtuvieron créditos para hacer negocios, comprar casas, autos. Hubo muchas consecuencias negativas, especialmente en el mercado inmobiliario. Eso de los créditos igual me suena, me suena, pero no sé de dónde...

-Muchas personas pensaron que iban a poder pagar sus hipotecas y no fue así. Y un buen día amanecieron con la noticia de que la moneda se había devaluado a niveles de película de terror. ¡Ah no, que eso fue acá en México!

-Los títulos o valores se venden a inversionistas en todo el mundo. Muchos pensaron que los títulos tenían valor tangible. Ahora resulta. ¿Valdrán más los billetitos del Monopolio o el Turista?

-Muchas compañías como Fredie Mac pidieron mucho dinero prestado, colocando en riesgo nuestro mercado financiero. O sea, lo mismo que los Cabal Peniche de estas latitudes. ¿Cómo se le dirá al fenómeno inverso a la tropicalización? ¿Norteñización, des-tropicalización...?

-Creo que las compañías que tomaron decisiones equivocadas deben pagar por ello. En circunstancias normales yo no habría optado por esto, pero no estamos en circunstancias normales. Porque las 'circunstancias normales' rigen sólo para los simples ciudadanos y los banqueros son semidioses.

-El mercado no está funcionando adecuadamente. Ha habido una gran pérdida de confianza. Puro deliro paranoico, desde que creyeron que se iban a contagiar de ántrax al abrir el correo ya nadie confía en nadie, caray.

-Los principales expertos del gobierno concuerdan en que si no hay una acción inmediata, puede haber un pánico en el país con más quiebras de bancos y un efecto negativo en las cuentas de jubilación, se incrementarían los embargos de inmuebles, y millones de estadounidenses pudieran perder sus empleos. Eso sí que me suena. Nos pasó, con todo y Fobaproa.

-El gobierno tratará de que los mercados se normalicen cuanto antes. Claro, metiéndole mano al dejar hacer y dejar pasar todo se puede.

-Se debe autorizar al gobierno a vigilar a las empresas para asegurarse de que su crecimiento no comprometa a la economía global. ¿Proteccionista quién?

-El capitalismo democrático es el mejor sistema que se ha desarrollado. (rete sic)

(Los puntos fueron tomados de un artículo de Fidel Castro, aparecido en Juventud Rebelde el viernes, 26 de septiembre de 2008.)

Versión ecologista sobre tema semejante (o cómo el que la hace la paga) en la página de Julián-Oliver.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Mi abue

Ayer falleció mi abuela. Se llamaba María del Carmen y tenía 93 años y medio. Aún conservaba su memoria pródiga y minuciosa, su vista perfecta y una lucidez envidiable. Llevaba como cuatro meses en una agonía lenta y, al final, su muerte fue como una liberación para todos.
Sus cuñadas y su suegra fueron cristeras y ella era súper católica, pero más bien mística. Nunca le oí sentencias moralinas y si votaba por el PAN era porque su esposo admiraba a Clouthier.
Le gustaba el box, le iba al Atlas aunque ganaran y los sábados veía la zarzuela cuando la pasaban en Canal 11.
Me crió de niña y era uno de los pilares de mi memoria. Cuando tenía dos años, me subía cargando a su cama para que brincara en ella. Cuando tenía tres años y medio y nació mi hermano, ella me compró una familia de cisnes en el mercado y me tuvo de su mano todo el día. Cuando aprendí a leer me prestó su valiosísima edición ilustrada de las Mil y una noches en cuatro tomos que nunca dejaba tocar a nadie. Cosía como los ángeles y hace pocos años me hizo un abrigo beige precioso que me pondré mañana.
Quería que le diera un bisnieto, y aunque me hubiera apurado, no habría llegado a conocerlo (así que mejor que no lo intenté).
Una de las últimas veces que fui a visitarla le llevé una maceta de casablancas.
La extraño, pero sé que tuve la fortuna de tenerla 24 años.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Otra vez, desconocidos nos desnudan

Siempre doy por los blogs por coincidencia. Buscando, como supongo hacemos todos, y encontrando otras cosas. Hoy dí con este nadieesperfecto. Nunca me había movido tanto un blog como para copiar una entrada... (bueno, quizá no es que me mueva, sino que este se ve abandonado desde enero y me da miedo que caduque). Lo he leído (un par de entradas) y es como si me leyera, como si fuera mi otro yo escribiendo en otro lado. Quizá sólo deliro de insomnio. Igual va la cita.

decíamos ayer



Ha sido el verano de la búsqueda. Debajo de las alfombras, en el fondo de la piscina, en las caras de aquellos que (decían) se alegraban de volver a verme. No he dejado ningún rincón, he recorrido caminos en bicicleta y he leído como si me fuera la vida en ello, como si en el siguiente párrafo fuera a aparecer la respuesta que busco.
En septiembre seguí buscando un reflejo en los cristales del aeropuerto, una cara conocida entre mis nuevos compañeros de curro. Seguí buscando con la urgencia del que no sabe con exactitud qué busca, palabra cosa concepto idea persona o qué.
Hasta que un día me sorprendí relajada y comprendí que me buscaba sin ver que siempre estuve aquí. Sin urgencias ni estridencias. Con menos conversación de la usual, o con menos energía, o con más miedo a no estar a la altura de las circunstancias, o amortajada por la telaraña de medias verdades que se ha tejido a mi alrededor sin que yo tenga nada que ver. Diferente, pero aún habitante de este cuerpo.

El verano de volver a descubrir, de darlo todo y disgustarme cuando no recibo nada, o de tomarlo todo sabiendo que no tengo nada a cambio. La redefinición de mi escala de valores (yo y vosotros o vosotros y los otros?), de "el tiempo se consume y lo demás no cuenta" y sentirme entonces culpable por haber perdido el día en el monte sin hacer nada productivo, pero al final no se me ocurre causa más noble ni mayor fin en sus propios medios.

martes, 2 de septiembre de 2008

El whisky es de Huixquilucan y el color dunia

Bar internacional

 

— ¿Qué va a tomar caballero?

— Pues, para recordar mi tierra, tráigame por favor un whisky doble.

— El taimado camarero analizó la elegante figura del cliente, reparó en sus rasgos evidentemente chichimecas y, con mal disimulada sorna, espetó:

— ¿A poco el señor es de Escocia?

— No, amigo. Soy de Huixquilucan.

 

Otto Raúl González, Sea breve, Ediciones del ermitaño, 1999)

 

Dunia

 

Dunias son las sonrisas que intercambian,

bobalicones, los enamorados,

dunia es la flor que no se mira nunca,

y es dunia también la primera sonrisa

de un recién nacido.

 

Dunia es el color de todo lo inmaterial,

es el color de la ausencia,

el color de los adioses

y el color con que la música y la poesía

se presentan cuando echan la casa por la ventana.

 

La piel de un potrillo o de un becerro

de tres días es de un dunia intenso,

lo mismo que las perlas en embrión,

las estrellas que no se ven desde la tierra,

los pétalos no abiertos de las flores

y los ojos de los niños que duermen

en el claustro materno.

 

Lo no tocado todavía es dunia,

como la atmósfera de los espejismos

y las plumas de los pájaros

que oímos cantar, pero no vemos.

 

Los lagos y los ríos que nadie ha descubierto

en estas selvas vírgenes de América

agitan aguas dunias

que dejarán de serlo en cuanto sean vistas.

Dunia…Dunia…Dunia...


Otto Raúl González, Diez colores nuevos, Editorial Praxis, 1993.

 

lunes, 1 de septiembre de 2008

Marchar sin miedo

Los que organizan la marcha son los que tienen secuestrados nuestros salarios.

Todo esto porque se apellidaba Martí. Pero si hubiera sido Martínez,
¿qué habría pasado?

El sábado decidí no marchar "contra la inseguridad". Porque, aunque es un problema tremendo, sus raíces de fondo son bastante complejas, entre ellas la corrupción, la pobreza y la desigualdad de un sistema de gobierno que mantiene a la mitad de la población en la pobreza al mismo tiempo que alberga al tercer hombre más rico del mundo.

No asistí también porque creo que en gran medida la marcha fue convocada por quienes detentan el poder económico. Por los Martí de este mundo, como si los dueños del dinero fueran los únicos con derecho a establecer nuestra agenda como sociedad. Porque entonces, ¿qué pasa con la privatización del petróleo, la escalada de precios de alimentos, las sentencias injustas a presos políticos, los asesinatos contra disidentes?

Ese sábado por la noche me topé con varias personas que regresaban a sus casas tras la famosa marcha. Señoras enjoyadas que trataban de escapar de la "zona de conflicto" del centro con sus playeras blancas y su inflamada conciencia ciudadana, familias enteras que se retiraban tras cenar en algún restaurante, ancianos que volvían solos a casa, padres con sus bebés en carreola.

Imagen: Notimex. Hay que admitir que la marcha tuvo una superproducción. Las velas, la gente de blanco. Y el apoyo de los grandes consorcios televisivos, TV Azteca y Televisa que también quieren secuestrar nuestra inteligencia.

Al ver a toda esa gente tan distinta tuve la misma sensación que me dejaron ciertas marchas contra el desafuero, o algunos de los eventos masivos organizados por el gobierno del DF: que la gente recuperaba las calles, que se sentía dueña de su ciudad.


Entonces pensé que marchar sin miedo en realidad se reduce a eso: a ser dueños de nuestros espacios públicos, a caminar de noche por la gran urbe, a reconocer a los otros como compañeros, como vecinos, como amigos.

Pensé también en lo afortunada que soy por andar por la ciudad monstruo sin miedo, porque no necesito una marcha para caminar por mi ciudad de noche. Como a la mayoría de los capitalinos me han asaltado, pero eso no me ha privado de caminar libremente por donde se me dé la gana, de ir a Tepito o la Lagunilla, de salir de madrugada. Porque como me dijo un serbio en India: "cuando pierdes de verdad es cuando tienes miedo. Porque quieren que tengas miedo, que te encierres, que desconfíes, que pagues a la policía. Y en realidad, no hay nada que temer".

Claro que en esta ciudad los peligros son muy reales (lo eran también en Delhi, donde una mujer es violada cada 30 minutos, y seguro que lo es también en Serbia donde han enfrentado una exterminio por razones étnicas que se asemeja al holocausto judío), pero el caso es que tener miedo no nos protege. Debemos ser prudentes, caminar alerta, desconfiar lo necesario, pero también saber cuándo confiar. Y la mejor manera de estar protegido es no tener nada que perder. Quizá por eso mi facha de vaga pobre me ha protegido mejor que un guardaespaldas o una escolta.

Quiero terminar citando parte de México secuestrado, un artículo de Eduardo González Velázquez. Porque creo que el problema es que el secuestro lo padecemos todos, no solo las personas con dinero. Que lo padecemos en nuestras esperanzas y nuestros bolsillos.

Estamos secuestrados por la impunidad que fomenta y premia las formas tramposas de conducirnos. (...) La impunidad que nos enseña que en México las cárceles son para los que no pueden pagar su libertad, no para quien comete un delito.
Estamos secuestrados por un sistema de impartición de justicia que criminaliza las protestas y los movimientos sociales, que es capaz de condenar a más de cien años a un campesino cuyo delito en todo caso fue defender su tierra y elegir libremente dedicarse a sembrar su parcela, pero que deja sin castigo a los delincuentes de cuello blanco, a secuestradores o narcotraficantes; que deja sin castigo a cientos de policías que en sus operativos violan los derechos humanos de la sociedad.
Como país, estamos secuestrados por la creciente ola de violencia que vivimos día a día. Estamos secuestrados por una política errática por parte del gobierno para combatir el crimen organizado. (...)Estamos secuestrados por salarios que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas de los trabajadores; por una errática política petrolera que no potencializa el desarrollo del país; por un reparto desigual de los recursos y las oportunidades en el país (...).

La verdad, es que no necesitamos del amparo de las televisoras o los empresarios para hacer la ciudad nuestra. Que no necesitamos de su liderazgo para exigir nuestros derechos. Que ellos, al fomentar la desigualdad, más que paliar la inseguridad la alientan.

lunes, 25 de agosto de 2008

Orginalidad

"El escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar."
Francois René de Chateaubriand

lunes, 18 de agosto de 2008

Diez mandamientos del espíritu libre

No debes admirar ni odiar a los pueblos.

No debes dedicarte a la política.

No debes ser millonario ni mendigo.

Debes evadir a los poderosos y a los influyentes.

Debes procurar que tu mujer sea de un pueblo diferente al tuyo.

Debes permitir que tus amigos se hagan cargo de la educación de tus hijos.

No debes someterte a ninguna ceremonia de ninguna iglesia.

No debes arrepentirte jamás de una falta. Por el contrario, esa misma falta debe llevarte a emprender buenas acciones.

Debes preferir el exilio, para poder decir la verdad.

Debes permitirle al mundo plena libertad contra ti mismo y, al mismo tiempo, debes permitirte a ti mismo plena libertad contra el mundo.
 
(Notas póstumas de F. Nietzsche)

miércoles, 6 de agosto de 2008

Al final, el amor sí lo cambia todo

Fernando, heredero de ese otro mundo que intentamos posible.

No sé si cambiamos el mundo. No sé si hacemos la revolución. Ni siquiera si mejoramos las condiciones de vida de la comunidad que visitamos. Pero sí sé que he recibido las lecciones de amor más intensas y honestas de mi vida, cobijadas por una taza de café, una hamaca, las estrellas, la noche. Desde "lo importante es encontrar la forma" hasta el "no quiero perderte". Desde una manzana hasta un abrazo estrecho y sincero, pasando por bailes de madrugada, pulquerías, trenes y tardes de lluvia. Quizá sí cambiamos el mundo.

Alfredo con unas de sus alumnas.

jueves, 31 de julio de 2008

Cómplice/rival. Para la palmera, veinte años después

Ayer murió Alejandro Aura. Víctima de la curiosidad morbosa, no pude evitar fisgonear lo que ponía Carmen Boullosa en su blog. Y encontré este texto estremecedor. Supongo que si listara mis modelos de pareja ideal Aura y Boullosa estarían en la lista. Me conmovió muchísimo la honestidad de Carmen, de reconocer que alguien que amamos puede ser nuestro cómplice, nuestro amigo, pero también nuestro rival y nuestra pesadilla. Sí, sé lo que es eso.

Fue un cocinero maravilloso, y bailaba como un ángel. Le encantaba pasear. Fumaba un puro al día. No le gustaba ir al cine. Era un lector atento y voraz.Compartí con él durante dos décadas grandes alegrías y también momentos muy difíciles. Tuvimos dos hijos maravillosos, María Aura y Juan Aura. Juntos tomamos el teatro bar El Cuervo que nos traspasaron Jesusa, Liliana Felipe y Horacio Acosta en 1984. Después abrimos El Hijo del Cuervo, empresa que yo abandoné en el 2000. Montamos obras de teatro, cargamos cajas de vino, adquirimos deudas, las pagamos, nos divertimos.Pasé con él muy buenas, regulares y también malísimas, que no vienen a cuento. Fue mi compañero, mi amigo, mi cómplice, mi rival, mi pesadilla (tampoco viene a cuento), mi referente, mi problema y mis soluciones. Me tocó de todo con él, pero las buenas son las que conservo.

Y para cerrar, unos versos de Aura.

.... que inventé una ciudad para destruirme.
Sobrada de
llanto la que iba a ser
lugar para consuelo,llena de horror la que iba a ser
preciosa.
Mutiladas las partes de la dicha
los citadinos buscamos en el
cine,
en las revistas, en los diarios,
en las calles populosas
unos
ojos ajenos
en los cuales un ancla nos detenga...

Volver a casa, INBA/Joaquín Mortiz, 1974;
CONACULTA/Verdehalago, La Centena, Poesía, 2004.

domingo, 27 de julio de 2008

Mis vacaciones perfectas. El recuento de los daños

Concluí que estoy loca hace cinco minutos cuando pasé por enfrente de un espejo. Gran noticia, dirán. Ahora lo digo por el asunto este de pedir vacaciones en un trabajo para ir a cavar zanjas y cocinar para cuarenta y cinco personas. Vacaciones para levantarse a encender fuego a las siete de la mañana y andar caminando entre el lodo todo el día. Vacaciones perfectas sin duda.
El recuento quedó más o menos así: un moretón grande en el antebrazo que me hice quién-sabe-cómo y quién-sabe-a-qué-hora, unos cien piquetes de mosco, araña y otros animales cuyo nombre quizá ni sé, un bonito bronceado, las ojeras un poco más marcadas y una sonrisa que no me quito ni mientras me rasco los piquetes o verifico que mis costillas sigan en su lugar.
A la cuenta se suman también visiones de los potreros rodeados por montañas coronadas de niebla, una caminata de ensueño entre maizales altos, baños en un río cristalino, abrazos intensos, risas de madrugada, los nombres de treinta personas que ahora traigo en la punta de la lengua, la receta secreta para el ceviche de soya, el mejor atole de arroz que he probado y los mejores frijoles con arroz del mundo. Y por supuesto, las estrellas más grandes e intensas de mi memoria. Eso es la selva.
Y sí, lo volvería a hacer.

martes, 15 de julio de 2008

También de desesperanza se muere, de hastío, de tristeza

No existe la muerte. Sólo existe el muerto. El muerto vive, llega como un intruso, nos visita, y de pronto me sorprendo gestos de muerto, ademanes, caídas, renunciaciones de difunto. Yo ya lo sé y lo pienso. "Esto es cosa del muerto", me digo, cuando el vientre me llora, cuando olvido un papel en el tejado, cuando pienso en una mujer conocida como en un enser o en un apero. Esto es cosa del muerto. El muerto se va posesionando de mi vida, el muerto que seré y que ya voy siendo, como cuando a uno le dan un cargo, un empleo, un oficio nuevo, y se extraña a sí mismo y se desdobla en dos. Cuando el muerto se ha posesionado de todas tus cosas, que la veredad es que no le hacen ninguna falta ni ninguna ilusión, pero que las codicia, entonces te mueres.

(...) el muerto no hace acto de presencia hasta cierta edad. Aparece un día, con motivo de una enfermedad o de un pésame, y ya se queda para siempre. Creíamos que se había ido, como un amigo enlutado, pero vuelve. Ya sé que no se irá definitivamente. Antes tenía temporadas de muerto. Ahora vive conmigo como realquilado. El muerto que soy, qu seré. (...) Y escribo mucho por huir de él, pues a lo único que no ha aprendido todavía mi muerto es a escribir. Creo que no aprenderá nunca. Al muerto no le gusta que yo escriba. (...) Cree que me voy a escapar por la escritura, como si la máquina fuese un bólido o una bicicleta. Y la verdad es que yo escribo como si pedalease, huyendo siempre de algo.

Uno se va acostumbrando a convivir con su cadáver. Es incómodo pero a todo se hace uno. (...) Cuando ya has presentado el cadáver en sociedad, cuando lo llevas a todas partes, como un familiar incómodo, cuando ya todo el mundo sabe que eres tú y tu muerto, que eres tu mitad muerta y tu mitad viva, resulta que un día descubres, en el retrete o en un taxi, que ya eres sólo muerto, todo muerto, que el muerto te ha suplantado, y sobreviene el horror, porque ya no soy un vivo soportando a un muerto, conviviendo con él, sino un muerto que se acuerda de aquel vivo como de un amigo lejano y alegre, demasiado alegre, que más le vale haya desaparecido para siempre.

Francisco Umbral, Mortal y rosa

Seguro adivinarás el mensaje oculto: otra de mis artimañas para que cumplas la promesa. Y un poquito de nostalgia, y un mucho de ganas de abrazarte antes de que el Campos y yo desertemos de tu caso.

lunes, 14 de julio de 2008

El derecho a la mirada lasciva y los mejores piropos

Comía en casa de un amigo cuando discutíamos sobre ley que pretende castigar las miradas lascivas. Los tres (mi amigo, su amigo y yo) hacíamos apología del derecho a la mirada lasciva. La mirada es uno de los actos más libres de nuestra vida, y en estos menesteres no debe tener más límites que el deseo.


Hay de miradas a miradas, es cierto. Pero a veces a mí misma me gusta fijar los ojos sobre alguien, enredarme en un duelo de ver-no-ver para pasar el tiempo entre estaciones del metro. Y a veces disfruto que me observen. Y cuando no, es fácil sustraerse a la mirada. Basta con dar la espalda, cubrirse con algo, cambiar de lugar. La virtud de la vista es que no constriñe.

Foto en Reforma, con el rebozo del piropo.
Distintos son los toqueteos, que efectivamente resultan incómodos, y aún los piropos son más agresivos.


Y ya que llegamos a ese tema, quisiera aprovechar para dejar constancia de los dos mejores piropos que he recibido:


Un fue cuando esperaba a un amigo sentada afuera de metro Hidalgo, envuelta en mi rebozo azul. Un hombre se me quedó mirando y me preguntó: "¿Te puedo decir algo? Te ves muy bien así. No quiero hablar, ni nada, sólo decirte que te ves muy bien". Y efectivamente, no intentó prolongar la charla.


Otro fue cuando subía corriendo las escaleras de metro Ermita, con mi falda al vuelo y trando de cubrirme con una pashmina (otra forma de rebozo) color hueso. "Qué bonita y sutil eres", me dijo un hombre que ahora sé se llama Delfino. Pero esa, es otra historia.

martes, 17 de junio de 2008

Donde el espacio cicatriza

Persigo a la voz enemiga que me ha dictado la orden de estar triste. A veces, se me da por sentir que la alegría es un delito de alta traición, y que soy culpable del privilegio de seguir vivo y libre. Entonces me hace bien recordar lo que dijo el cacique Huillca, en el Perú, hablando ante las ruinas: "Aquí llegaron. Rompieron hasta las piedras. Querían hacernos desaparecer. pero no lo han conseguido, porque estamos vivos y eso es lo principal." Y pienso que Huillca tenía razón. Estar vivos: una pequeña victoria. Estar vivos, o sea: capaces de alegría, a pesar de los adioses y los crímenes, para que el destierro sea el testimonio de otro país posible. A la patria, tarea por hacer, no vamos a levantarla con ladrillos de mierda. ¿Serviríamos para algo, a la hora del regreso, si volviéramos rotos?
Requiere más coraje la alegría que la pena. A la pena, al fin y al cabo, estamos acostumbrados.


Eduardo Galeano, Días y noches de amor y de guerra


Soñé con el cielo de Chiapas. Era un cielo abierto, inmenso, casi nublado, visto entre pastos altos y húmedos. Soñé que era tiempo de la cosecha y nos prestábamos a ayudar. Soñé que dormía rodeada de niñas de ojos oscuros y risueños. Soñé.

lunes, 26 de mayo de 2008

¿Hacia un país de lectores? y por qué Sabato tenía razón

Van tres instantáneas de la ciudad monstruo, a petición de Alfredo

Subió al metrobús y su humanidad ocupó el pasillo entero. Varias capas de ropa, bolsas de mercado en los brazos, un vientre prominente, cabello alborotado y un par de gafas rotas en las esquinas. Modelo del indigente 'perfecto': toda la facha sin el tufo característico. Dejó un asiento vacío entre él y yo. De una de sus bolsas, con celo y avidez, sacó una revista. Fisgona irredenta me asomé a su lectura: una entrevista a Lucía Méndez en el TV y novelas.

Sábado al medio día. Los de los cuatrocientos pueblos, (ya no desnudos) bailan mientras las mujeres vestidas como adelitas botean.

Foto de archivo de Proceso, 1995.

Identidades (al menos visuales) de causas distintas se funden bajo el golpe del sol. Un policía de gris y azul sostiene un par de escudos de granadero. Con una mano sujeta un fajo de fotocopias, con la otra da vuelta a las páginas. Porque como cuenta El corto verano..., los policías a veces se vuelven humanos. Y hasta saben leer.

Miércoles. La lluvia es todavía una amenaza sobre la ciudad. Yendo sobre Belisario Domínguez hacia Eje Central encuentro a una ciega, que va sobre Allende. Varios pasos antes de la esquina se detiene con su bastón en alto pidiendo ayuda para cruzar la calle. Me parecen raros sus ademanes exagerados y su anticipación al fin de la cuadra. Aún así, me acerco y la tomo del brazo para cruzar Belisario. Me empieza a contar que va hacia la calle de Perú, me pide que la acompañe un trecho más, suelta el monólogo de que además está enferma.



Aunque Perú está sólo a una cuadra, no quiero ir hasta allá. Es para mí la calle de los aparadores con maniquíes desnudos e incompletos, del tiradero de chatarra, de la Arena Coliseo. Algunas mañanas la visito para satisfacer mi deseo de vecindades ruinosas, o mis ganas de atole de arroz. Pero esa tarde llevo falda (mis pantalones no se han secado) y tacones (mojé mis botas). Recuerdo las advertencias paranoicas de E. de que no me acerque a los umbrales oscuros donde pueden desaparecerme de un jalón y siento (por esa tarde) que verdaderamente es mejor no pasar por Perú.
La ciega se empecina en que vaya con ella y se aferra a mi brazo rodéndolo con el suyo hasta el hombro. Empiezo a sentirme incómoda. Ella insiste en que caminemos juntas por una banqueta demasiado estrecha, y entre mis titubeos y mis esfuerzos por esquivar a una familia, un poste termina interponiéndose entre ambas.



"Hija de tu maldita madre", me grita al sentir el golpe contra su brazo. Le pido una disculpa, y aún dudo en seguir como su lazarilla. Algunos transeúntes nos miran desconcertados. Concluyo que quizá Sabato tiene razón y los ciegos (algunos ciegos) forman parte de una secta oscura y son un poco como reptiles. Me lo repito tratando de sacudirme el remordimiento mientras sigo mi camino.

Foto de la galería de Nicolás Berlingieri.